domingo, 21 de junio de 2009

Una pequeña editoral del dia 18 de junio

El dia casi termina, falta muy poco.

Y la carga se va haciendo muy pesada, demasiado para una sola vida, para un solo cuerpo. Lo que hace más dificil llegar al final de cada jornada.

NO me ubico en la cancha. No se en que puesto me toca jugar. Si estoy en el banco, o si estoy entre el público, o tal vez no consegui entradas para este juego. Todo esposible.

Una vez escuche en la tele a una chica en uno de tantos realitys, (donde la gente expone sus miserias para calmar las miserias que nos averguenzan) decir que todos somos Robinson, todos somos sobrevivientes, en alguna u otra forma. Sin querer tenia razon.

Somos sobrevivientes en esta isla individual que somos cada uno de nosotros. Sin brujula, hacia cualquier direccion, sin mas guia que nuestra intuicion, sin mas que nosotros mismos para decifrar el mapa. Alimentando la pasion, por la aventura de bucear en este lugar salvaje. Sumergiendonos en el oceano del misterio. Combatiendo el frio de la desilucion.

¿Donde se vende el antidoto contra esta sensacion?

Ver como se van amontonado las horas, los instantes, los amigos, los enemigos, los trabajos, los boletos, los colectivos, las esposas, las amantes, las madres, los padres, los hijos, los exitos, los fracasos. Todo en un solo dia.

Aproximandonos al final de este viaje diario, sirviendonos del recptor, te alcanzamos un analgesico para el alma, que no cura, pero que ayuda a sobrellevar el mareo a travez de la tormenta electrica de la vida moderna.


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